Las deudas no tienen que ser un tema prohibido en las familias que tienen hijos, sino todo lo contrario. Los padres tienen la responsabilidad de que sus hijos tengan una excelente relación con el dinero ahora y en el futuro. Los niños son como unas esponjas que absorben todo, y los padres son ese ejemplo principal que ellos van a imitar. Por eso es importante que, lo que aprendan, sea positivo para su vida. La educación que reciben de la escuela es necesaria, pero la educación financiera que se les enseña desde temprana edad en su propio hogar, los marcará para siempre.
Los niños y la relación con el dinero
Muchas familias no tienen el control adecuado de su dinero y quieren al mismo tiempo enseñar el correcto orden de las finanzas. Sin embargo, los hijos, a pesar de escuchar lo bueno del dinero, ven que no lo hacen bien y eso puede llegar a confundirlos en gran manera.
La edad perfecta para hablar con claridad es cuando tienen 8 años. Aunque aún son pequeños, pueden comprender fácilmente qué es el dinero y qué hacer si se debe. Bastará explicarles con ejemplos sencillos qué son los ingresos, gastos y deudas.
La verdad, ante todo
Nuestros hijos deben conocer la verdad del dinero, es decir, no ocultarles si hay deudas y mucho menos una vez que se logran superar. Con ese ejemplo, verán que, aunque sus padres pasaron un mal momento económico, ya quedó en el pasado, se superó. Una lección maravillosa que influirá en su relación con el dinero.
Si tú como padre tienes una deuda y la pagas, es una manera de mostrarle a tu hijo que aún en medio de las adversidades es importante seguir adelante, enfrentar las consecuencias y salir victorioso. Muchos padres no saben cómo actuar ante las deudas y prefieren ocultar todo, pero eso solo hará que el niño aprenda a esconderse, a mentir y a evadir la realidad que debería ser capaz de enfrentar. Al final, es importante que los padres tomen el control de sus gastos financieros, que tengan buenos hábitos, y de esa manera, podrán trasmitir lo correcto a su familia y sobre todo a los más pequeños de la casa.