No importa en qué parte del mundo nos encontremos, a qué clase social pertenezcamos y qué estatus económico tengamos, siempre hay una constante que nos afecta a todos: las deudas. Estas pueden ser simples o complejas. Pero, ¿Qué factores intervienen para que lleguemos a esta situación? ¿De quién es la culpa? ¿Por qué tenemos deudas?
Una de las principales razones por las cuales asumimos deudas es por el entorno que nos rodea o en el que nos desenvolvemos. En este siglo XXI, gracias a la tecnología, la adquisición de bienes y servicios ahora es más fácil que nunca. Por ejemplo, desde la comodidad de tu hogar puedes hacer todas las compras online que quieras y cargarlas a tus tarjetas de crédito.
El querer vivir por encima de nuestras posibilidades. La necesidad de proyectar una imagen de bienestar o un nivel de vida superior a nuestras posibilidades económicas, es otra razón por las cuales tenemos deudas.
Otro factor es la publicidad, que con lemas como: “lleva ahora y paga después”, “pagos fraccionados en cómodas cuotas” o “paga sin intereses”, persuaden a los consumidores a adquirir un producto sin importar si el precio se ajusta o no a su presupuesto.
Un tercer aspecto que podemos mencionar y que facilita el adquirir deudas es el otorgamiento de créditos por parte de organismos financieros. En muchos casos, los bancos otorgan tarjetas de créditos con límites relativamente altos lo que hace que los consumidores no tengan reparos en gastar el monto financiado.
Otra razón, no menos importante, es la falta de planificación y control de los ingresos y gastos. A una cantidad considerable de hombres y mujeres se les hace difícil realizar un presupuesto y mucho más apegarse a él. En estos casos es mucho más fácil adquirir deudas que sobrepasan el límite de ingresos y que los colocan en una posición difícil y estresante.
En resumen, por estas y otras razones en muchos casos estas deudas se han salido de control hasta el punto de convertirse en una enfermedad crónica que parece no tener cura. Pero, si esta es tu situación, ¡No te preocupes! Sí hay solución y puede ser definitiva si te lo propones, si escuchas a los profesionales y si tomas acción al respecto.