Una de las preguntas que mas nos hacen en nuestros despachos, es si es posible negociar las deudas impagadas, sobre todo cuando están en fases avanzadas o judiciales.
Existe la creencia de que una vez se deja de pagar ya será imposible solucionar la deuda y que es solo la entidad quien puede tomar la iniciativa de cobrar y debe ser siempre a la manera que ella dicen, que se pague. Hacen creer a los clientes que si no pagan inmediatamente o de la manera que les indican, ellos los van a embargar en breve plazo por lo que el cliente entra en pánico y comete autenticas locuras, desde seguir endeudándose en otras entidades (cuando aun no están en los ficheros de morosos), aun cuando saben que no podrán pagar, si no con el mismo dinero del préstamo, hasta caer en manos de prestamistas, en algunos casos inescrupulosos, que en vez de ayudar a mejorar la situación solo la complican más.
“Pagar los prestamos de una entidad o acreedor con el dinero que nos presta otro acreedor, no es pagar, es endeudarse mas, es irresponsable y temerario. Miguel José Vecchione Ayestaran (Mediador Civil Mercantil y Familiar- Treban Consultores)“
Lo recomendable cuando ya se hace imposible pagar, en primer lugar asesorarse y parar a revisar la economía real, ingresos, gastos, etc, antes de continuar la marcha de solicitudes de prestamos on-line, prestamos familiares, prestamistas, empeñar el coche o prendas, ya que todo esto ultimo solo agrava la situación y la traslada a mas acreedores que al no pagarles se convertirán en nuevos acosadores o la alta posibilidad de perder, joyas, coches, casas, etc por tomar decisiones apresuradas.
Lo primero es saber que las entidades, bancos, financieras y demás acreedores no embargan a nadie, quien lo hace es un juez y bajo los plazos legales y procedimientos judiciales, para lo que primero deben iniciar tramites y demandas, mientras no llegue nada del juzgado, para lo que tendremos siempre la legítima defensa, todo lo que hay anterior a eso es extrajudicial y generalmente solo constituyen amenazas sin valor real y acompañadas de mentiras que invitan al miedo.
Y lo mas importante aun y objeto de este articulo: SIEMPRE PODREMOS NEGOCIAR, EN CADA UNA DE LAS FASES QUE SE ENCUENTRE LA DEUDA, DESDE EL INSTANTE QUE DEJAMOS DE PAGAR HASTA INCLUSO DESPUÉS DE HABER UN FALLO JUDICIAL A FAVOR DEL ACREEDOR. Lo que quiere decir, que las entidades, con una gestión adecuada, estarán abiertas a negociar las deudas, ya que saben que los pleitos judiciales tardan muchísimo tiempo, que tienen costes asociados y aunque les den la razón no tienen garantía alguna de cobrar, por ello llaman insistentemente y buscan acortar los plazos por la vía de las amenazas y el miedo e intentar cobrar aunque sea en partes algo de la deuda.
Desde Treban Consultores, con el servicio especializado de ENRUTATUDEUDA, recomendamos siempre la negociación o la mediación, como medio para poder atender y solucionar de forma efectiva la deuda, la mayoría de las personas son deudores de buena fe, a los que la desinformación, los fracasos empresariales, separaciones, enfermedades u otras circunstancias personales le han llevado a la difícil situación de no poder pagar, por todo ello y partiendo de la base de que cuando no se puede pagar es incluso un derecho el no hacerlo, por ello existen leyes como la LEY DE LA SEGUNDA OPORTUNIDAD, que respalda y ayuda a las familias, autónomos y particulares a buscar mediante este mecanismo la cancelación de las deudas.
Nuestras negociaciones principalmente buscan las solución definitiva, ya que las soluciones que muchas veces los acreedores dan a los cliente que no tienen una asesoría especializada, es de que vayan pagando pequeñas cuotas a lo que en un principio acceden muchos clientes, que con el tiempo se dan cuenta que solo han tirado el dinero, ya que la deuda sigue igual que siempre o lo que es peor, va subiendo, ya que esos pequeños pagos no amortizan capital e incluso tampoco los intereses y los acreedores aplican también las tarifas de intereses de mora y devolución de recibos, lo que hace esta negociación sea realmente un paño caliente que no soluciona la raíz del problema.
Por eso apostamos por negociaciones de pago total con quita, para clientes que tienen capacidad de ahorro o ayuda familiar, una vez dejan de pagar los prestamos, ofreciendo a los acreedores saldar la deuda con una reducción que según la antigüedad, tipo de deuda y acreedor puede llegar desde un 30% a un 90% y en los casos de pocos acreedores, volúmenes de deudas menores y donde el cliente no tiene capacidad de un pago total por alta que sea la quita o reducción, buscamos un nuevo acuerdo de refinanciación con cuotas asumibles.
Ya para los casos en los que ni la reducción es viable, ni la restructuración, en general por volúmenes de deudas altos, muchos acreedores o tipología de la deuda, aplicamos el mecanismo de la LEY DE LA SEGUNDA OPORTUNIDAD, que nos permitirá usando la ley, intentar acuerdo con los acreedores de forma extrajudicial o solicitar en vía judicial la exoneración de todas las deudas o que es lo mismo la cancelación, siempre que se cumplan los requisitos de la ley y se siga el debido proceso.
En conclusión, aunque seamos deudores, existen mecanismos de negociación y leyes que nos respaldan que bien usados pueden llevarnos cambiar por completo una situación de insolvencia.