En palabras de un deudor cansado de serlo, siempre encontramos ganas de cambiar y ganas de acabar con una situación que no solamente le afecta en el plano económico, sino que también le lastima en el aspecto emocional. Nadie espera convertirse en un deudor, ni está preparado para lidiar con esta situación tan delicada. Decimos reflexión de un deudor cuando este abre los ojos y pasa a la acción.
Cuando un deudor reflexiona, abre los ojos y, en ese momento, entiende que esas deudas no le representan. En ese mismo instante, cuando se mira al espejo es cuando decide desprenderse, aunque sea de forma mental o metafórica, de aquellas deudas que le acompañan desde hace tiempo.
Es en ese momento cuando aparecen en su mente otras creencias relacionadas con el dinero y es ahí, justo ahí, cuando entiende que es posible dar paso a la solvencia, a la paz y tranquilidad que supone no recibir llamadas, de sentirse libre de deudas que le permitirán empezar una vida nueva.
Dejar las deudas a un lado se ha convertido en una necesidad para muchas personas, quiénes ansían liberarse de una situación que tiene un impacto negativo enorme en la calidad de vida de una persona. Ahora, se siente libre y recuerda aquella época en la cual estaba completamente anulado por las deudas económicas.
Esa persona dejó de autocompadecerse y pasó a la acción con una llamada, una decisión que le cambió la vida y, lo más importante, le devolvió la sonrisa después de mucho tiempo. Además, aprendió una dura lección de vida que le permitirá ser fuerte en los próximos asaltos que el destino le deparará.
Todo esto no es un sueño, es posible. La Ley de la Segunda Oportunidad se ha convertido en la mejor alternativa para recuperarnos de una mala situación económica, una forma de dejar atrás las deudas y poder empezar una vida de cero.
Si eres una de tantas personas que se encuentran en esta situación agónica, debes saber que puedes salir de esta espiral de deudas que no hacen más que crecer. Hoy tienes la oportunidad de empezar una nueva vida. Sin deudas. Sin cargos. Sin llamadas reclamando dinero. Hoy. Pasa a la acción.